sábado, 17 de febrero de 2007

Indecisiones


Hace apenas unas horas que he nacido y ya he estado varias veces a punto de desaparecer. La diversas voces que andan detrás de todo esto no consiguen ponerse de acuerdo. Una, que si para qué. Otra, que por qué no. La de la sensatez, que si no tenemos tiempo. La más aventurera, que por qué no ahora que tenemos un tiempo del que no volveremos a disponer fácilmente. La plasta de la conciencia, que si se puede saber qué hacemos que no estamos a lo nuestro. La más niña, que si no nos da la gana ponernos a lo nuestro. Y luego están la ansiosa, la preocupada, la insegura, que no paran de preguntar que si cómo, y de qué manera, y con qué tono, y apabulladas por ellas las que se ahogan con tanta vacilación y sólo miran con ojos como platos. Pues habrá que tomar alguna decisión, ¿no? Digo yo. Aunque todavía no sepa muy bien ni quién soy ni cuál de esas voces habla en mí en este momento.

3 comentarios:

coco dijo...

A mí me gusta escucharte. ¿Eso basta?

Antígona dijo...

De momento puede ser una buena razón. Pero la batalla continúa. Veremos quién gana.

Más besos

Gato dijo...

Uish, nena. Cada día es bueno para el botón de suprimir. Si llevas más, te da como cosa, porque un par de días estuviste simpática. Luego piensas, "pero qué tontería. A ver si ésto va a convertirse en un lastre ahora". Y luego dices, lo hago fatal... Y el estado de ánimo no te acopaña, y no hay ideas, y te entran ganas de ponerte dramática, y dices, mejor me callo. Y te pierdes del mapa. Y luego vuelves.

Lo bueno es que como no hemos sido pioneros, y hay muchos, buenos, instaladísimos en la blogosfera, nos podemos esconder un poco.

Haz como en cualquier otra cosa. Lo que te apetezca, sin más planteamientos. Yo cualquier día de éstos lo dejo. O no. Yo qué sé.